Esta semana ya va por el jueves. Se me ha pasado bastante rápido y supongo que es porque no he parado ni un minuto.
El domingo vinieron mis padres a Santiago y fuimos a comer juntos a un restaurante, al que vamos siempre que la verdad no sé como se llama, pero el camarero ya me tiene fichada y ya sabe que siempre pido milanesa napolitana…
Lunes volví a entrenar. Fui a nadar (3x1000m, uno detrás de Diego que es el crack de los ritmos, un 400 espalda, un 400 estilos y creo que 200 suave al final). Después una larga, larguísima charla con Guillermo, mi entrenador…
Martes es el día terrible con clase por la mañana y por la tarde. Además tocó ir a Vigo y llegué a casa tardísimo, cerca de las 23h pues tuve que coger el tren de las 21h que para en todos los recónditos lugares en los que hay estación o un pequeño apeadero. En fin, no os lo aconsejo. Ese fue el poco rato que tuve para estudiar y tocó inmunología. Una vez en casa estuve imprimiendo apuntes de Anatomía y unos trabajos de Antropología Médica que tengo que entregar próximamente…
Creo que nada más me metí en la cama y después de escuchar un insoportable mosquito y poner el aparato me quedé dormida.
Miércoles. El despertador sonó a las 5.45. Al tren, durmiendo a Santiago. Taxi a la resi, estaba demasiado espesa como para venir caminando… 4h de clase (las de siempre). Después fuimos a la manifestación que organizamos los alumnos de 2º y 3º de Medicina para defender la disminución de plazas en el 1º curso y el modelo “C” de docencia teórica y práctica. Fuimos desde la facultad hasta el rectorado, en la plaza del Obradoiro y finalmente entramos allí. Teixo, delegado de 3º, leyó el manifiesto, más claro que el agua.
Después de comer estuve estudiando y luego fui al gimnasio. Hice media hora de elíptica (el plan era correr, pero me duele el lig lat int de la rodilla izquierda y preferí no forzar). Luego piscina, compra en el Froiz para cenar y a seguir estudiando…
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