viernes, 8 de febrero de 2013

HOY NO FUE UN BUEN DÍA

Cuando hace unos años estaba en Pontevedra estudiando 1º de Fisioterapia nunca hasta entonces había suspendido un examen (exceptuando 3 exámenes de cálculo 2 en 5º y uno en 6º de primaria). Fue el momento en el que así, sin más, me quedaron 2 exámenes prácticos para Septiembre (uno injustamente y el otro por no haberlo preparado demasiado).

Con el 1º de ellos lo pasé un poco mal, con el segundo también pero era consciente de que mi esfuerzo había sido demasiado escaso para el que aquella materia merecía. 

Luego llegó 2º... y mi amiga Eva y yo suspendimos otro examen práctico, de Fisioterapia Respiratoria. Esta vez fue por la máxima estupidez imaginable... Cogimos su Citröen C5 y nos fuimos a dar un paseo por Pontevedra escuchando en la radio canciones de la Oreja de Van Gogh. 

Pero después... me di cuenta que llorar por aquello era una enorme estupidez, porque, al fin y al cabo (tal y como decían los apuntes de la Profª Ángela Torres de Psiquiatría) eran "fastidios" del día a día... Eses tres fastidios de exámenes fueron una rotunda tontería comparados con tres cosas que vinieron después.

Hoy, después de un examen que he hecho (de 4º) tengo una postura ambivalente.... He intentado por todos los medios no llorar por lo de esta tarde, pero la verdad es que hace sentir bastante mal poner esfuerzo en una cosa y que te salga mal. No sé si me ha salido mal por no haber sabido estudiar... ¿No habrán sido horas suficientes? Por no haber ido a las clases no ha sido... 

Hay cosas puntuales, supongo que por la mochila personal, que me cuesta demasiado sentarme a estudiar y ponerles atención... pero a pesar de hacerlo hoy se me ha quedado una tremenda cara de idiota.

Por otra parte siento que es una tontería estar fastidiada por esto porque al fin y al cabo no es más que otro "fastidio" de esos de la vida diaria.

Bueno, lo que toca es ponerse con el siguiente y aplicarse el lema de "no te rindas nunca". 

Keep working

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