jueves, 20 de junio de 2013

De vuelta estoy ya de un viaje relámpago a Turquía donde no pasamos ni 48h en Alanya, lugar donde se celebró el Campeonato de Europa de Triatlón en las diferentes categorías. Antes de contar la experiencia personal voy a aprovechar para felicitar a todos los compañeros españoles que han competido en esta edición y en especial a Mario Mola (medalla de bronce élite masculina), Francesc Sola (plata tri1 masculina) y Jairo Ruiz (bronce tri4 masculina). Además no podemos olvidar otras buenas actuaciones como otra medalla en grupos de edad de un chico que era futbolista y en mi opinión un excelente 7º puesto del junior Antonio Serrat (compañero de club en el Wild Wolf Ciddade de Lugo Fluvial) que hizo una muy buena carrera.
TURQUÍA, UNA AVENTURA MÁS PARA AÑADIR A LA LISTA. Mucha gente me ha preguntado que como se me ocurrió hacer semejante burrada de viaje, al límite y siendo seguramente las últimas deportistas en llegar a Alanya y de las primeras en marchar tras la competición. A esto le hemos de añadir mi parada de 25h en el aeropuerto Attaturk de Estambul donde tuve tiempo de sobra para pensar, reflexionar y aburrirme ero también dormir, ir de compras al Duty Free con un chico turco que trabajaba en la sala VIP, etc. También estuve el límite de ser timada con el precio del visado a la entrada en el país, máximo estrés a punto de perder el avión a Antalya por la infecicacia del servicio de asistencia, comunicarme con gente que no sabe ni palabra de inglés (al igual que yo de turco), alquilar un mini Couper automático y comprobar como conduce la gente en Turquía, etc. Turkish Airlines como tal muy buena compañía, recomendable.
En el ámbito deportivo llegaba a Alanya con mucha ilusión y ganas de hacerlo bien aunque convencida de cual es el punto en el que más tengo que trabajar y a ello me he puesto desde el martes mismo que regresé a casa.
La carrera se desarrolló en 3 salidas, una buena decisión de la ITU para descongestionar el circuito que de lo contrario hubiera sido peligroso. La natación fue bastante limpia y los primeros problemas los tuve, como siempre, en la T1 cuando estaba quitando el neopreno. Cogimos la bici y una vez pasada la línea de mont y aaje nos subimos a ella cuando de repente notamos que claramente la rueda delantera estaba totalmente baja de aire, seguramente pinchada. Unos metros después paramos en el Wheel stop y cambiamos rueda, maniobra en la que perdimos el mínimo tiempo posible pero que entre quitar, recibir la nueva rueda, ponerla y volver a arrancar fueron unos cuantos segundos que hubiésemos apreciado haber tenido durante la carrera a pie.
Hicimos un segmento de ciclismo excelente, 30.05; el circuito no llegaba ni a 19km. Dimos caza a los dos tándems ingleses que iban delante y nos pusimos en cabeza tirando fuerte para coger la máxima ventaja posible.
La T2 tampoco la hice muy rápido pero lo peor estaba por llegar en la carrera a pie en la que sufrí creo que más que nunca… Notaba muchísimo calor que no cesaba ni con las 4 botellas de agua que a lo largo de los 5km eché por encima, sumadas al agua que May me echaba también de su botella. Sentía las piernas sin fuerza, a punto de derretirse y además corrí con flato casi desde el principio. Las dos parejas inglesas nos adelantaron y fui literalmente incapaz de hacer nada para evitarlo. Llegué a la meta reventada, no hay más que ver la imagen que pongo a continuación. Contenta porque di el máximo que tuve en todo momento y muy agradecida del trabajo y compañía de todas las personas de la Federación Española de Triatlón que viajaron con nosotros. Aquí voy yo que cuando las cosas se hacen bien hay que reconocerlas y durante el tiempo en Alanya tuvimos todo su apoyo.
También GRACIAS  a Mayalen Noriega, somos 3º de Europa y yo en esta ocasión no he podido dar más de mi pero de lo que estoy convencida es de que he competido con la mejor guía del mundo, dentro y fuera del circuito.

Ahora toca seguir trabajando duro y corregir errores. 3 meses tenemos para ello. Keep working!

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