Inclusive education is an ongoing process aimed at offering quality education for all.
‘Inclusion is seen as a process of addressing and responding to the diversity of needs of all children, youth and adults through increasing participation in learning, cultures and communities, and reducing and eliminating exclusion within and from education’
(UNESCO)
Empiezo esta publicación con la definición de "Educación inclusiva", un moderno y novedoso concepto que lleva ya años intentando ponerse en práctica en una gran cantidad de países en el mundo.
Hace ya 4 años tuve la genial oportunidad de participar en "Young voices", una reunión donde 80 estudiantes con discapacidad de diferentes etapas educativas (Secundaría, FP, Bachillerato y universidad) nos juntamos en Lisboa durante un fin de semana para poner en común nuestras experiencias en los diferentes países de la UE de donde procedíamos. Allí conocí a un montón de gente, no recuerdo algunos nombres, pero sí muchas historias; creo que fue uno de los viajes que hice, incluso más que cualquier competición deportiva, que más me abrió los ojos.
Hace unos días, esta vez en Bruselas, tuvo lugar la siguiente edición de este evento. Realmente para mí la experiencia de Lisboa fue fantástica; nerviosismo que pasé cuando tuve que hablar en el Parlamento portugués en representación de los estudiantes de universidad... Si 80 jóvenes estudiantes que no compartíamos una lengua en común, que no nos conocíamos, cada uno con un problema diferente conseguimos comunicarnos y entendernos ¿Por qué resulta luego tan complicado llevar a la práctica lo que pretende ser la educación inclusiva?
Mi punto de vista es el del estudiante que tiene alguna necesidad educativa especial; supongo que será diferente al de un profesor o al de un compañero sin discapacidad.
Es imposible ponerse en el lugar de nadie e imaginar como puede ser su situación. Yo puedo entender que una persona por ejemplo con una sordera profunda puede tener dificultades para seguir una clase con normalidad; pero no puedo comprenderlo totalmente porque no me he visto en situación. Si fuese profesora de un estudiante con problemas de audición intentaría hacer cosas de sentido común como situarme cerca de él/ella y hablar con claridad, trataría de no colocarme de espaldas a los alumnos, le explicaría las cosas extra que le hiciesen falta y de mi saldría que todo esto es necesario.
Si fuese profesora de un/a alumna con ceguera o deficiencia visual se me ocurriría pensar que quizás tengo que ayudarle con ciertas adaptaciones en el material para seguir las clases como por ejemplo textos ampliados, archivos en soporte informático, etc. Lo mismo haría con una persona que tuviese un problema motor importante y dificultades para escribir; se me ocurriría que a lo mejor necesita más tiempo para hacer un examen.
Si veo que mi alumn@ viene a clase en silla de ruedas, o con un perro guía, o que utiliza un telescopio para leer la pizarra y el proyector... se me ocurriría pensar que quizás es porque lo necesita y no porque le apetece.
Y de estas situaciones la única que conozco porque la vivo cada día es la mía. No tengo más inteligencia que los demás. ¿por qué hay tantas personas que no tienen sentido común?
Nadie nos engañe porque la educación inclusiva es por el momento una utopía, o un sueño o el objetivo olvidado. Lo fácil es atender a las necesidades de la mayoría y dejar a un lado a las minorías; es como ocurre con la investigación en enfermedades raras, como el % de personas afectadas por cada una de ellas es tan mínimo, resulta poco productivo trabajar en ellas.
Creo que los estudiantes con NEE somos los primeros que tenemos que romper nuestras propias barreras, aceptar nuestros problemas, comprender nuestras necesidades y saber comunicarlas; pero a veces, a pesar de haber logrado todo esto, el asunto de al comunicación sigue sin resolver... O el emisor, o el mensaje, o el canal, o el receptor fallan.
Yo sigo creyendo que la situación puede ir a mejor y trato de pelear por ello cada día, en primer lugar porque me apetece hacer las cosas que quiero y que sé que puedo hacer... pero hay ciertos días en los que me doy cuenta de que aunque lo quiera hacer fácil no lo es tanto.
Un día, hace bastantes años, estaba en una clase de plástica y me levanté hasta junto de mi profesora para preguntarle si me podía ayudar a pegar unas tiras de cartulina que tendrían que estar exactamente separadas unas de otra 2mm. La respuesta de la persona en cuestión fue "Es tu problema niña". Claro que es mi problema, claro que tengo que hacer el trabajo como los demás y por encima de todo quería hacerlo; pero necesitaba su colaboración, y obviamente, no la encontré.
Otra vez, ya en la universidad, le expliqué a un profesor que tenía problemas para poder ver sus apuntes que tenían letra muy pequeña. Le pedí si podría imprimírmelos con 2 diapositivas por página o dejarme los archivos para imprimirlos yo, y su respuesta fue "Tienes un problema muy jodido". Esa frase la repitió varias veces.
En un examen práctico en el que tenía que colocar en una máquina unos datos (era una máquina arcaica y con una pantalla que tenía poco contraste en los números), pedí a la persona que me estaba examinando si podía utilizar la máquina de al lado. Y ella se empeñó en que no. Entonces le dije los datos que había que poner (la señora ya conocía sobre mi def visual porque había estado allí haciendo prácticas bastante tiempo) y le dije que en esa máquina no podía colocarlos porque no veía las letras. La profe cogió y marcó lo que yo le dije en el teclado. Después me apareció un 5 en las notas y cuando fui a la revisión me dijo que ella tenía que exigir lo mismo que a todo el mundo y que si queríamos ser iguales... tenía que ser para todo. En fin.
Y más, por suerte pocas, que han ocurrido o que algunos amigos me han contado. Me cabrea este asunto y creo que con razón.
Resulta bastante desagradable estar en un aula con 200 personas más y ser consciente de que todas ellas excepto una, que eres tu, tienen el material adecuado para poder seguir la clase y aprovecharla. No es suficiente que tengas que leer pegada al papel y con una lupa, que tengas que estudiar y buscar cosas en libros, que hacer tu vida... como para que, además de todo eso, tengas que hacer un importante trabajo extra para suplir la falta de información que has tenido durante la clase. Y esto fastidia, sobre todo cuando se trata de barreras que serían muy fácilmente evitables.
Y ¿qué nos queda? Personas solidarias, que también las hay, que deciden ayudarte. Seguir luchando por enseñar a que una diversidad del tipo que sea tiene que servir a todos para aprender y no convertirse en un elemento de olvido porque, total, es un 0.5% de una clase y el 0.25% de un curso. INSIGNIFICANTE.
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