jueves, 2 de septiembre de 2010

1º SEGMENTO DE UN TRIATLÓN

LA NATACIÓN

Las pruebas de paratriatlón empiezan con la natación. A diferencia del triatlón “normal”, nosotros hacemos una salida “in water”, es decir, desde dentro del agua y con una mano agarrada al pontón.
Yo compito en la categoría TRI6 para triatletas con discapacidad visual desde aquellos totalmente ciegos hasta aquellos que, con la máxima corrección posible, tienen una agudeza visual inferior a 6/60 o un campo menor de 20 grados.
Competimos durante toda la carrera con un guía que tiene que ser del mismo sexo que el triatleta y además no haber participado en ninguna competición internacional en los últimos 2 años.
La natación se hace en aguas abiertas; en los 2 triatlones que he hecho (ambos distancia supersprint) esta 1º parte la realizamos en dos lagos; en Madrid nadamos en el lago de Casa de Campo mientras que en Londres lo hicimos en el conocido The Serpentine de Hyde Park. Esto es más complicado que nadar en la piscina pues las referencias de los entrenamientos de las corcheras que yo utilizo para nadar recto desaparecen y debajo del agua sólo veo oscuridad.
Nos metemos en el agua unidas por dos cintas de belcro enroscadas en mi tobillo derecho y el izquierdo de Alba y una cuerda que las une. Salimos y a partir de entonces es la guía quien toma las decisiones: hacia donde vamos y por donde vamos. Es un poco complicado porque nadamos muchos triatletas juntos y suele haber algunas tortas propias del mogollón.
Yo tengo que intentar que la cuerda nunca se tense; si se tensa quiere decir que me estoy alejando de Alba y, por tanto, nadando en dirección contraria a la correcta. Entonces intento rectificar la trayectoria sintiendo la tensión de la cuerda. Cuando vuelve a destensarse quiere decir que por ahí voy bien.
Los giros de las boyas tampoco son fáciles. Todas las bollas que rodeamos en estas dos competiciones teníamos que dejarlas a la izquierda y entonces era yo quien tenía que nadar más pegada a ellas. Lo más adecuado sería que Alba fuese a mi izquierda y es posible que en el próximo triatlón lo intente.
Por el momento he preferido llevarla del lado derecho porque ese ojo es el que no utilizo para nada y parece que me da más seguridad llevarla ahí. Además mi técnica nadando no es perfecta, y uno de los defectos es que siempre respiro por el lado derecho.
Llegado un momento seguimos nadando y tropezamos con la rampa azul: la salida del agua. Nos ponemos de pie, arrancamos los belcros y corremos al área de transición. De camino hay que quitar el gorro y las gafas de bucear para ahorrar tiempo.

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