Así que voy a compartir alguno de los lugares en los que estuve los pasados Octubre-Noviembre.
Nueva Zelanda, el viaje a las antípodas no fue sólo para participar en el Cto del Mundo de Triatlón Paralímpico en Auckland, sino también para conocer un poco el país que es 100% naturaleza. Tenía claro que esta oportunidad, y más teniendo en cuenta lo que costó llegar a ella, no se iba a quedar sólo en un par de carreras.
El día después de competir cogimos un tour para ir recorriendo la isla del Norte y cruzar luego el estrecho de Cook en ferry para visitar la Sur; luego regresaríamos desde Queenstown el día antes de coger el vuelo de vuelta a España.
Fueron más de 2 semanas de viaje, intensivo, yo diría que al más puro estilo Rguez-Noriega team... Y hoy voy a hablar un poco de uno de los sitios que más me gustó, tanto por lo espectacular de los paisajes como por la gente que nos acompañó y por supuesto la gran satisfacción de haber conseguido hacer la ruta: el Tongariro Crossing.
Cuando me dedicaba a buscar lugares para visitar en NZ era uno de los puntos que desde el principio más me llamó la atención; tanto que escribí un mail al parque Nacional Tongariro comentando que tenía una def visual importante y si sería factible para mi hacer la ruta de senderismo... Me habían comentado que no, pero obviamente el tema no me resultó nada convincente y cuando estuvimos allí, después de darle más de un par de vueltas al tema, decidimos animarnos a hacerlo.
Allí estaba yo con mi chandal del Fluvial, mis zapatillas de entrenar (que nunca volvieron a tener su color inicial), las medias Sural, un gorro de la nieve, el abrigo de esquiar, los guantes de ciclismo Spiuk y una mochila que me tuve que comprar porque me reventó la bolsa que nos dieron en la competición... Llevábamos agua y algo de comer (cereales a lo más puro dieta Rguez-Noreiga team) y un palo de esos de andar por el hielo que tienen una punta afilada y que creo que May tenía un poco de miedo de que tuviera mala puntería y se lo clavara en un pie (jeje no me extraña).
Ibamos un grupo de unas 36 personas, en medio unos cuantos triatletas-turistas y 4 guías, uno de los cuales nos ayudó un montón durante los 19.4 km de camino.
Dicen que la ruta del Tongariro Crossing es una de las más bonitas en NZ y una de las mejores del mundo de las que se pueden realizar en un día. No he tenido la oportunidad de hacer muchas rutas... pero esta la aconsejo 100%.
El camino no era especialmente fácil. Consistía en subir un montón y luego bajar. Pero había zona de piedras, de escalones, de barro, de tierra donde había que bajar de lado dejándose resbalar, nieve, hielo (para mí lo más complicado), caminar por un río... Tuve que poner muchísima atención durante todo el rato para seguir las instrucciones de Travis (el guía, monitor de Snowboard para ciegos en USA) y sobre todo de May. La palabra piedra fue la que más escuché ese día, creo que llegó un momento en el que mi cabeza ya no era capaz de procesar información, pero tenía que fijarme porque al lado derecho lo que había era un peligroso precipicio.
Fue genial, me encantó, aunque hubo algunos momentos que me parecía un poco imposible la ruta... pero gracias al equipo que llevaba pudimos acabarla sin mayores problemas.
Unas fotos!
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