No es hoy el día de mi 23 cumpleaños, pero como tengo planes para mañana y el viernes se presenta como un día bastante ocupado voy a subir al blog esta publicación.
Las personas solemos tener la costumbre de hacer balance cuando termina algo: un año, una etapa, un número de años, una actividad… Y yo también lo hago; tengo esa costumbre de mirar hacia atrás y buscar lo bueno y lo malo, lo fácil y lo difícil, lo diferente y lo que se ha repetido. Así que ahora que acabo de llegar de un buen entrenamiento y de una tarde donde el 9.5 de Bioquímica 2 me ha dado una enorme alegría (Susi suele responder cuando tiene todas las condiciones adecuadas para ello) me dispongo a hacer ese resumen, trabajo que se presenta complicado.
Añadir que hoy por la mañana fui a clase (como cada día) y desde la primera hora con la profesora Masa en Antropología que consiguió arrancarme unas cuantas sonrisas hasta la última hora de fisiología estuvo muy interesante; incluimos mi estúpido pique con una buena amiga y el croissant de la cafetería… (no sé donde hacen la bollería de la cafetería de la Facultad pero es increíble jeje). Y sé que va en contra de la dieta del deportista, pero a veces es necesario y una se lo merece.
Mañana a la noche celebro el cumpleaños en Santiago con amigos de la Facultad y luego supongo que saldremos hasta tarde (o temprano según se mire). Mis amigas me han preguntado que cosas me gustarían de regalo, algo que me hiciese falta; y yo les he dicho tres cosas que me gustarían… Pero más que esos o cualquiera otro regalo que pueda tener este viernes o este fin de semana el mayor regalo es tener ahí a la gente que me apoya y sobre todo a aquellos que han optado por hacerlo en los momentos más difíciles.
Los 22 años han tenido de todo más que nunca. Ellos los he compartido con mucha gente, alguna que conozco desde hace mucho y otras caras nuevas. He estado en 9 países diferentes en los que he visto lugares realmente interesantes.
Con 22 años terminé 1º de Medicina en Santiago aprobando todo en Junio (sí, la chica albina lo ha hecho, y no, no soy la primera, soy lo hice atreviéndome con un nuevo deporte la segunda!) lo cual me hace creer que sí que es posible: si puedo hacer primero y quiero hacer el resto también podré.
Con 22 años volví a competir y lo hice en un nuevo deporte y con un nuevo equipo. La verdad que me ha enganchado y me está dando la oportunidad de disfrutar de algo que siempre me ha gustado mucho y que es una parte importante de mi vida. Volví a ser Campeona de España (con mi amiga Iris de guía) y luego empezó la aventura de los triatlones con Alba Cuba a quien desde este blog quiero dar las gracias por todo lo que está haciendo, todo un ejemplo. Madrid estuvo bien, pero mejor aun Londres donde de verdad me di cuenta de que quiero aprovechar la nueva oportunidad. También fui consciente del esfuerzo que supone este deporte y nunca se me borrará la imagen de la victoria de Javier Gómez Noya y del sufrimiento y entrega máxima de Alistair Brownlee llegando a la meta haciendo eses.
Con 22 años conocí a gente pero también tuve que despedirme de otra. Una de esas despedidas fue la más peor, triste, dura, difícil, horrible... Era mi tía, mi madrina, una profesora de parvulitos, una madre, una hija, una gran persona… y sólo me queda decir que la echo mucho de menos y que no pasa un solo día en que no me caiga una lágrima porque sé que no puedo llamarla por teléfono, llegar a su casa y que nos demos un gran abrazo e “dous chuchos”, pedirle mi tarta de cumpleaños de chocolate con galletas, contarle cosas, pedirle que me contase cotilleos… Me da rabia que no pueda seguir con nosotros compartiendo hoy y mañana. Nunca la voy a olvidar porque en ese tiempo que pudimos compartir pude aprender muchas y buenas cosas de ella. Y siempre me animaba, me quería mucho... Espero con mis 23 poder dedicarle alguna carrera con sabor a triunfo y apretaré los dientes para conseguirlo!
Este ha sido quizás el acontecimiento más importante que ha ocurrido en mis 22 años, un acontecimiento vital (hablo con terminología de “Bases psicológicas”, sí, esa asignatura que me trajo mil y comeduras de cabeza antes y después del examen y que finalmente aprobé).
Así que en esta entrada creo que tengo que colocar en un lugar importante a mucha gente que me ha ayudado en estos últimos tiempos. Y puedo dar nombres y olvidarme de alguno, así que perdón si lo hago (el día ha sido largo y aun me quedan hacer unas cuantas cosas).
Papá, mamá, sister, primos, tío/padrino, abuela y toda la demás familia, los que estáis cerca y los que estáis a tantos km de distancia… Dicen que la unión hace la fuerza asi que gracias simplemente por poner cada uno lo mejor de sí y a su manera para afrontar los momentos tan complicados.
Amigos: los de fisioterapia (Gloria, especialmente nuestras largas conversaciones cenando “Fast food” siempre merecen la pena, que bien lo pasamos y cuantas estupideces decimos, pero el proyecto clínica molaría un montón). Amigos de Medicina (María y su madre, fundamentales en mi rápido retorno a Santiago, os lo agradeceré siempre porque estuve como en mi casa y porque Maraiaa, sigues ahí cada día, aunque alguna que otra vez tengamos la adrenalina a flor de piel y discutamos…) y todos los demás. Las niñas de la resi (Ana nueva compañera de habitación, puedes creerme que para mí eres importante, además de una fuente de cultura más allá del frikismo médico jeje). Los amigos del colegio (sí, Isma y Sergio, esos sois vosotros y valéis lo incalculable que, aunque nos veamos pocas veces… es como si cada día estuviésemos juntos). A los atletas, triatletas y nuevos compañeros del CDU de natación. Yolanda no me olvido de ti tampoco… Amigos de la ONCE (nos “vemos” para la semana os lo prometo). Nessy, of course, i would always incluye you in all my lists (except the Black one hehehe).
Y la ayuda de alguien a quien no conocía y tuve la oportunidad de conocer por todo este asunto. Gracias por esas conversaciones, por el cariño, por la confianza… por ayudarme a ser capaz de borrar en la pizarra y volver a escribir, por entenderme (habrá alguien a quien no entiendas?) y porque tu ayuda si que ha sido un gran regalo. Nunca creí que simplemente con hablar se pudiese conseguir tanto… y nunca imaginé cosas que ahora tengo que creer; y obviamente no es trabajo fácil. Cuanta razón tienes con lo de “sentir con” y ojalá algún día pueda ayudarle a algún paciente (más de uno espero) tanto como tu me estás ayudando. Isa, eskerrik asko.
Y ahora sí que sí que dejo de enrollarme como una persiana, como hago siempre… Bienvenidos sean los 23 y que haya Ley de la Compensación!
Susi
Ah sí! Hoy en conseguido algo que llevaba casi 7 años sin hacer: tirarme a la piscina desde un pollete. He tardado bastante y me dio un miedo horrible pero como hoy tenía un día motivado decidí que era la oportunidad genial para hacerlo. Y cogí a Guillermo (entrenador) y empecé desde 0, como quien no sabe nada y al final hice 10 salidas. Ya sé que puedo hacerlas, y ahora las hago bien, no como en mi época de nadadora. J
